El Ill Poya tiene una gran importancia histórica y espiritual. Uno de los acontecimientos más notables que se conmemoran en este día es el fallecimiento de Sariputta, uno de los principales discípulos del Buda. Sariputta nació en Nalaka, un pueblo de Magadha, India, y fue venerado como el más brillante de los discípulos del Buda. Al darse cuenta de que estaba cerca de alcanzar el Nirvana, el Arahant Sariputta, con el permiso del Buda, viajó a su lugar de nacimiento con un séquito de bhikkhus para poner fin a su ciclo de Sansara. Durante este tiempo, logró convertir a su madre, Rupasari, que era de la fe brahmán, al budismo. Sariputta entró en el Nirvana en un día de Ill Poya de Luna Llena, lo que marcó un momento profundo en la historia budista.
El día de Ill Poya también es recordado por otro acontecimiento significativo: el envío del primer grupo de misioneros por parte del Buda. Ese día, el Buda envió a sesenta discípulos a difundir sus enseñanzas, con instrucciones de “predicar este Dhamma prístino, que es dulce al principio, dulce en el medio y dulce al final, a todos los hombres y a los dioses, por compasión y amor”. Esto marcó el comienzo de la labor misionera budista, que difundió el Dhamma a los países vecinos y a todo el mundo.
Además, Ill Poya está asociado con una predicción significativa hecha por Buda sobre el próximo Buda, Metteya (Maitreya). Buda predijo que Metteya nacería en un reino llamado 'Kethumathi' en Benarés, de padres Subrahamme y Brahamawathi. Metteya viviría una vida de lujo antes de renunciar a todo a la edad de 18 años para buscar la Iluminación. Después de siete días de búsqueda bajo un árbol Banyan, Metteya alcanzaría la Iluminación, convirtiéndose en el último de los cinco Budas en caminar sobre la tierra.
Celebración en Sri Lanka
Al igual que todos los días de Poya, el día de Il Poya de luna llena es un momento de reflexión espiritual y observancia religiosa en Sri Lanka. La venta de licor y carne está prohibida y la mayoría de los establecimientos comerciales permanecen cerrados, lo que permite que la nación participe colectivamente en este día sagrado. La observancia de Il Poya es un recordatorio de las profundas enseñanzas de Buda y del viaje espiritual que sigue inspirando a millones de budistas en todo el mundo.