Pelmadulla

La conexión de la ciudad con las gemas no es sólo un fenómeno reciente sino una tradición que se remonta a más de 2000 años. La llegada de los primeros monjes budistas de las provincias del noreste de la India, como Bodh-Gaya, Varanasi y Pataliputra, trajo no sólo la religión budista a esta región sino que también influyó en el idioma local a través de sus enseñanzas en sánscrito y pali. Esta fusión histórica y cultural ha dejado un impacto duradero en Ratnapura, integrando el comercio de gemas en el tejido mismo de la identidad de la ciudad.
Ratnapura es famosa por su extracción de piedras preciosas, incluidos rubíes, zafiros y muchas otras gemas que han cautivado al mundo. Sin embargo, las actividades económicas de la ciudad van más allá de la minería de gemas. Ratnapura es también un centro de producción agrícola, conocido principalmente por su cultivo de arroz y frutas. Alrededor de la ciudad hay vastas plantaciones de té y caucho, y el té que se produce aquí se reconoce como té de tierras bajas debido a su calidad distintiva y su perfil de sabor.

El atractivo de la ciudad no se limita a sus gemas y productos agrícolas. Ratnapura cuenta con una industria turística bien establecida, que atrae visitantes a la cercana Reserva Forestal de Sinharaja, el Parque Nacional Udawalawe, Kitulgala y Adam's Peak. Estos sitios ofrecen aventuras y belleza natural incomparables, lo que convierte a Ratnapura en una puerta de entrada a algunas de las maravillas naturales más preciadas de Sri Lanka.

Desde una perspectiva demográfica, Ratnapura ha experimentado un crecimiento significativo. En 1901, la ciudad tenía una población de 4.084 habitantes, que en 2012 se había disparado a 120.212. Esta población diversa incluye budistas, hindúes, cristianos y musulmanes, cada uno de los cuales contribuye al rico tapiz cultural de la ciudad.